jueves, 13 de octubre de 2011

La Fe



La Fe

Palabras de Inspiración con algunas reflexiones acerca de la fe como confianza plena en Dios.

"Los teólogos coinciden en que la fe no es, en primer término, dar por cierto hechos, sino tener confianza en Dios. Ellos hablan de una 'fe en ti' en oposición a la mera 'fe en que...'.
Tener fe significa tener confianza en Dios. El término alemán 'vertrauen' (tener confianza) proviene de treu 'fiel' y significa: firmeza. Quien tiene confianza en Dios, tiene un fundamento sólido bajo sus pies. Al mismo tiempo, la confianza en Dios es sostén para aprender a desarrollar la confianza en uno mismo y en las otras personas".
Anselm Grün. Desafíos para vivir mejor
"La confianza es la base de la vida. Ningún ser humano puede vivir sin confianza. Los trapecistas nos ofrecen una hermosa imagen de esto. Tienen que confiar en lo que va a sostenerlos. Pueden dar los saltos más espectaculares, dobles, triples o cuádruples, pero los que finalmente hacen espectacular su actuación son los que los sostienen, que están allí, para agarrarlos, en el lugar exacto y en el momento exacto.
Hay mucho de vuelo en nuestras vidas. Es maravilloso volar en el aire, libres como las aves. Pero cuando Dios no está allí para sostenernos, todo nuestro vuelo termina en la nada. Tengamos confianza en el Gran Sostenedor".
Henri Nouwen. Pan para el viaje. Confiar en quien nos sostiene
"No siempre nuestras oraciones han sido escuchadas cuando hemos pedido no perder a quien amábamos o cuando tratábamos de comprender nuestros sueños, llegando inclusive a dudar de Dios. El más idealista o positivo de entre nosotros puede fácilmente decir que la respuesta a nuestros ruegos a veces es 'no', sin tener demasiado en cuenta nuestro dolor, nuestra angustia, nuestra desesperación. Esto se contradice mucho con lo que aprendemos sobre la naturaleza de Dios en la Biblia, que escoge la vida para nosotros y quiere que amemos y nos sintamos amados por él. El Dios del cristianismo es un Dios del 'Sí' (2 Corintios 1:19-20).
En el Sermón del Monte Jesús dijo, '¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! (Mateo 7:9-11)
La contradicción aparente entre estas afirmaciones positivas y nuestras experiencias negativas no es fácil de resolver: o se la minimiza, o se la ignora.
Sin embargo, hay una respuesta: la confianza. Confiar en Dios. Confiar en Dios a pesar de todo. El mismo que ha desarrollado la vida y la raza humana y nos ha dado amor y sueños se preocupa por lo que realmente es importante para nosotros.
También en ¿Puedes beber este cáliz? Henri escribió: 'La mayoría deseamos mirar atrás en nuestras vidas y decir: agradezco las cosas buenas que me permitieron llegar hasta aquí'. Pero cuando alzamos nuestra copa para brindar por la vida, debemos atrevernos a decir: 'Agradezco todo lo que me ha pasado y me ha conducido hasta este momento...' Cuando somos aplastados como las uvas, no podemos pensar en el vino que nos convertiremos.
Dios no hace menos dolorosas las experiencias aplastantes de nuestra vida, sólo las llena de esperanza".
Chris Glaser. Meditando con Henri Nouwen. Confía Siempre en Dios
"En todos los intentos por aprehender la confianza, existe, sin embargo el aspecto de la gracia. A veces sencillamente podemos experimentar que Dios está muy cerca de nosotros. Cuando siento la proximidad sanadora de Dios en un servicio religioso o durante la meditación en silencio, en ese momento la confianza está dentro de mí por sobre todo lo demás. Entonces no necesito hacer nada, la confianza simplemente está. Mi única tarea consite en entregarme a ella. Esta es siempre una experiencia de gracia. No puedo generarla a través de determinada técnica. Sólo puedo percibirla con agradecimiento cuando viene a mí.
Confiar en Dios no significa, sin embargo, confiar ingenuamente en que no tendré desgracias, que nunca sufriré un accidente o que en mi trabajo nada andará mal. La confianza en Dios no es ligereza o ingenuidad. Puede suceder que yo enferme o que mi pareja se desenvuelva de manera diferente a la que yo pensaba o que una decisión genere un conflicto. La confianza significa para mí que nada negativo puede sucederle a mi núcleo interno. No importa si enfermo, si sufro un accidente, si tengo mala suerte en el trabajo; nada puede suceder a mi núcleo más interno, mi verdadero ser. En lo más profundo estoy en manos de Dios.
Estoy protegido por la buena mano de Dios. Tal confianza me brinda serenidad, me hace bien al alma. Y una y otra vez debo optar por esa confianza.
Confianza no significa que nunca más sienta temor... Conozco cristianos que dicen: 'Como cristiano no debería sentir temor. Sólo debería confiar en Dios y entonces el temor desaparecerá'. Tales frases no sirven de mucho. Un camino mejor sería el de admitir el temor y seguirlo hasta el fin. Entonces el temor me conducirá al fondo de mi alma, donde está disponible la confianza que Dios ha colocado en mi corazón. Allí, en el fondo de mi temor reconoceré, luego, que estoy en manos de Dios. El temor puede existir, pero está rodeado por la buena mano de Dios".
Anselm Grün. Desafíos para vivir mejor. Confiar en Dios
"Cuando en una entrevista de la radio holandesa al padre de Henri Nouwen (que sobrevivió a su hijo) se le preguntó qué opinaba sobre la vida después de la muerte, básicamente respondió: 'Veremos'. Confieso que yo tengo la misma fe limitada (o ilimitada, depende del punto de vista), una confianza de que Dios sabe mejor que nosotros lo que necesita nuestra existencia individual. Pero también sé que mi madre y mi 'padre' espiritual Henri están vivos..."
Chris Glaser. Meditando con Henri Nouwen
"Confiar en Aquel que te ama incondicionalmente cubrirá todas tus necesidades... es confiar en que no necesitas proteger tu seguridad y puedes entregarte por completo al servicio de los demás".
Henri Nouwen. La voz interior del amor
"Vivimos continuamente de imágenes. La cuestión es si queremos vivir imágenes que nos distorsionen la realidad o según imágenes que nos interpreten la realidad tal cual ella es.
Las imágenes de la fe nos revelan la realidad tal cual es, tal cual es según Dios. Si vivimos de acuerdo con las imágenes de la fe, viviremos ajustados a la realidad y, de ese modo, sanos. De ahí que tampoco podemos imaginarnos cosas arbitrarias. La realidad es norma para demostrar si una imagen es correcta o no. Con todo, la realidad nunca es totalmente unívoca; siempre ofrece varias facetas. El discurso negativo me hace ver la realidad a través de un cristal negativo. Lo que veo es realidad; pero sólo una parte, una selección negativa. En cambio si contemplo la realidad a través del cristal de la fe, reconoceré la realidad en toda su plenitud, la contemplaré desde la perspectiva de Dios y, de ese modo, correctamente.
Naturalmente, uno en la fe puede imaginarse algo que no es verdadero o que no nos acerca a Dios. También existen discursos fanáticos que recurren a textos bíblicos. San Pablo nos da un criterio para reconocer si un discurso es invención humana o bien proviene de la fe. Se trata del criterio del amor, la alegría, la paz, la paciencia, la afabilidad, la bondad y la fidelidad (Gálatas 2:22)
Una característica muy importante para comprobar si la fe es auténtica, es el no cuestionar desde la fe el núcleo que existe en todo ser humano. Si en virtud de las imágenes que se ha forjado del mundo y de las cosas una persona se hace fanática y rígida, y crítica y condena a otros, eso siempre es signo de que tal persona no se ha abierto a la Palabra de Dios, sino que con todas sus palabras quiere acomodar la realidad a su gusto, aun cuando revista sus palabras con el ropaje de las Escrituras".
Anselm Grün. Con el Corazón y todos los sentidos. Las imágenes de la fe
"La fe no es un remedio milagroso con el cual uno pueda sanar cualquier enfermedad. No podemos decir:'Sólo necesito creer con todas mis fuerzas y entonces, sanaré' o 'sólo necesito creer en la sanación de mi amigo y entonces, sanará'. La fe es la condición para que la sanación pueda verificarse. Pero al apoyarnos en la fe, dejamos en manos de Dios el sanar o no.
Confiamos en que Dios pueda sanar toda enfermedad. Y con mucha frecuencia sucede el milagro de sanación. Existen suficientes informes al respecto. Pero no podemos obligar al milagro. En la actualidad está inclusive científicamente comprobado que la fe es una buena condición para poder curar las enfermedades. Pero precisamente no es un ardid que podemos aplicar siempre que queramos.
La fe es mucho más: es desprenderse de los propios deseos y entregarse uno mismo y el enfermo a Dios. Siempre es voluntad de Dios que alguien sea sanado o no".
Anselm Grün. Desafios Para Vivir Mejor. Sanación de Heridos
"Jesús habla de una fe que puede mover montañas:'Yo les aseguro que el que diga a ese cerro ¡Levantate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá' (San Marcos 11:23).
En el evangelio de San Lucas, Jesús emplea otra imagen. Cuando los apóstoles le piden a Jesús: 'Aumentanos la fe', Él responde: 'Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un grano de mostaza dirán a ese sicómoro: 'Arráncate y plántate en el mar', y el árbol les obedecerá' (Lc.17:6).
¿Qué significa ambas frases? ¿busca Jesús animarnos a trucos de magia? Por cierto que no.
Debemos comprender gráficamente estas palabras. A menudo nos encontramos frente a una montaña de problemas que obstaculiza la visión de nuestro futuro. No avanzamos en nuestro camino. Una montaña es la que no nos deja pasar. Si abandonamos la fijación de la montaña que está frente a nosotros y nos afirmamos en la fe, la montaña se desplomará, los problemas de pronto serán menores. Ya no se apilaran frente a nosotros como una montaña elevada.
La fe nos coloca en un plano más alto desde el cual podemos mirar allá abajo, a la montaña. La montaña ya no es amenazante. Se desploma al mar. El mar en los sueños es siempre la imagen del inconsciente. Desde el inconsciente emergen muchas veces temores que se erigen como montañas frente a nosotros. En la fe, estas montañas se desmoronan.
En Lucas existe una imagen distinta. El sicómoro afianza sus raices profundamente en la tierra. Se supone que un árbol así puede mantenerse firme en la tierra durante 600 años. Para mí, este árbol es la imagen de una persona que se aferra a sí misma, que busca una base firme en el suelo, en lo visible y en lo seco. Pero la fe desarraiga este árbol. Lo trasplanta al mar. En el mar nuestro árbol de la vida recibe agua. Entonces se torna fértil.
Sin fe nos contraemos. Nos aferramos a todo: a nuestra posesión, a nuestro éxito, a nuestra salud y a nuestra fuerza. En la fe podemos desprendernos de todo. La fe no actúa aquí como un milagro sino que nos brinda una nueva base, no una base árida sino una en el mar fértil del inconsciente. La fe nos pone en contacto con la fuente del Espíritu Santo que está en nosotros y que fructifica y alimenta nuestra vida".
Anselm Grün. Desafios Para Vivir Mejor. La fe mueve montañas
"Así, toda oración de petición se transforma en una oración de acción de gracias y también de alabanza, precisamente porque es una oración de esperanza. En la oración esperanzada de demanda, le agradecemos a Dios por sus promesas y alabamos a Dios por su lealtad.
Nuestros numerosos pedidos simplemente se transforman en el modo concreto de decir que confiamos en la plenitud de la bondad divina. Siempre que rezamos con esperanza, ponemos nuestras vidas en manos de Dios. El temor y la ansiedad se esfuman, y todo lo que se nos da y todo lo que se nos niega no es más que un dedo que apunta en la dirección de la promesa oculta de Dios de que un día gozaremos del todo".
Henri Nouwen. Confiemos en Él. Lo Que Murmura el Viento
"Eres el Dios de la Fe.
Sólo en la noche profunda de la fe,
cuando callan la mente y la boca,
en el silencio total y en la Presencia Total,
dobladas las rodillas y abierto el corazón,
sólo entonces aparece la certeza de la fe,
la noche se trueca en medio día, y se comienza a entender al Inteligible.
Mientras tanto, tenuemente vamos vislumbrando tu figura entre
penumbras, huellas, vestigios, analogías y comparaciones".
Ignacio Larrañaga. Eres el Dios de la Fe. Lo Que Murmura el Viento

1 comentario: